domingo, 11 de julio de 2010

CAMBIO DE COLOR

¿Recuerdas las sábanas en la sala?

Nunca tocabas la puerta, pero siempre instalabas el cerrojo.

Y mirábamos al viento cortejando las cortinas.

El sabor de tus dedos nadie lo conocía, se derretían en el coraje de mi deseo.
Siempre volamos juntos sobre las playas del Caribe hostigando la mirada con su belleza.

Sin palabras, solo miradas.

Sé que partes cuando el corazón te traiciona, cuando el humo me señala en tus sueños y amaneces prendido de mis brazos.

Nuestro santuario sabe de verdades y al salir de él el viento que entra por la ventana renueva aromas dejando esencias, las telas filtran colores plasmando luces en los rincones olvidados y a nuestra llegada las adicciones por el eterno sacrificio comienzan.

De nuevo el cerrojo y miramos al viento cortejando las cortinas.

No conozco el paraíso sólo realidades,

No conozco deseos prohibidos sólo cumplidos,

No sé de rescates de cuento, sólo de verdugos resguardando el amor, guardianes de mi razón.

Mi corazón no camina con grilletes y éste amor parpadeante nunca llega temprano mucho menos tarde, siempre en el momento justo.

¿Recuerdas las sábanas en la sala?

Desafiábamos su amplitud en cada compás.

Solíamos descubrir misterios observando estrellas.

Desafiamos al destino castigante…

Hoy contemplando conversaciones poco interesantes revelo recuerdos. Ese día olvidé la llave, al regresar por ella un descuido me hizo resbalar y en mi mente el señuelo constante… las sábanas en la sala.

Todo quedó en paz pero al volver la llave no pude usar, un rostro difuso atendió, sólo enfoqué la sala pero las sábanas ya eran de otro color.

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