viernes, 2 de octubre de 2009

EL DIA

Pequeñas oraciones le has dedicado a su ausencia desde el día en que partió de tu lado, versos logrados en nombre del amor que le entregaste, muchos dedicaste a tu tristeza y así cada uno fueron testigos de tus lágrimas embriagadas de dolor.

Sus huellas marcadas por la inercia fueron pistas en tu búsqueda dando como resultado el hallazgo de un hombre que supo conocerse y también dudar de si. Caminaste mucho, preguntaste también a extraños y conocidos a sombras del pasado que llegaron a tu presente y tomaste cuanto pudiste para armar un molde sin forma, sin nombre que le dio paz a tu constante incertidumbre que siempre estuvo llena de miedos.

Dicen que hay que tener cuidado con lo que pides… Ahora llegó el momento que tanto habías necesitado, aquel que te brindará la oportunidad de responder cada una de las preguntas que ninguno pudimos hacer durante estos meses, serás parte del show que esperaba tu planeta en donde la interrogante ¿Por qué? será la única protagonista.

Tengo idea de cómo será ese momento y deseo que tenga el final que quieres que tenga, sólo no olvides dibujar en él todos los matices, detalla cada una de sus palabras, abre tus heridas más no las expongas; sánalas con la verdad y no con lo que quieres escuchar.

La soledad no llegó vacía, te mostró un panorama diferente en tu vida y fue cómplice y testigo de cada palanca que accionaste en ella, respira profundamente y disfruta ese día como lo has aprendido hasta ahora pero sobre todo… no te olvides de ti.