domingo, 18 de julio de 2010

FELICIDAD

No puedo detener mi correr

no sé en donde estoy parada,

siento la piel mutar.

Las luces… estas luces de ciudad averían la visibilidad.

¡¡¡El templo de tu vientre, réplica de paz!!!!

Los tintes del cielo son mis amigos,

en este correr te encontré y aposté en una partida que no perderé jamás.

Tu frescura me dió valor.

Tu verdad animó mi pesar.

¡¡¡El templo de tu vientre, réplica de paz!!!!

Terminó el cambio de piel,

resultados misteriosos puedo ver,

embonando en mí sensaciones de placer.

Confusiones de ilusiones pasadas comienzan a desaparecer.

Es momento de regresar y alejarme de la oscuridad.

En tu nombre me refugio,

en tu corazón me encontré y la pieza al fin hallé.

Por un tiempo la amistad duró y agradezco que hoy seas más que mi amigo.

Porque al mutar, mi piel brilló y en tu mirar encontré el amor.

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