viernes, 2 de julio de 2010

AMANTES OLVIDADOS

Asfalto cubierto por testigos húmedos, pisadas apresuradas por resguardarse.

Confidente anónimo

Cerradura sin forzar

Paredes guardando ecos de felicidad...

Esa tarde con el crepúsculo sobre sus deseos una canción los animó, fundidos en besos furtivos dejaron que las caricias marcaran la piel.

Con la lluvia flaqueron las máscaras, con las miradas escribieron la historia.
Era cuestión de tiempo, desde el primer día sus cuerpos conectaron en mente cayendo presas en una trinchera de exigencia sexual.

Dentro del apartamento ella aguardó en la sala mientras él se dirigía por toallas secas, pero el pedido nunca llegó, fue mejor aún. Una canción sugestiva lo acompañó en su caminar sigiloso y se abalanzó sobre sus caderas. La cargó firme y fuerte- deseándolo ella más y más- y en un solo movimiento la tenía en una mesa frente a frente.

La piel castigó las gotas dejándolas caer... nada debía interponerse. Sobre la playera el agua destacaba sus senos que ni por un segundo dejó en sala de espera. Él los contempló... ella en su respiración agitada culminó la demostración. La tela en ellos estorbaba así que la ligera blusa cayó y en él las ganas no disimularon ante la seducción.

Confidente anónimo

Cerradura sin forzar

Paredes guardando ecos de felicidad...

Esa noche nada concluyó pero la tierra yerma no quedó... cuando fue regada las suplicas se hicieron aparecer.

Cada encuentro fue pasión primera, experiencia última... hasta el olvido final

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