viernes, 25 de septiembre de 2009

ANHELOS

Aquella noche un estruendo apagó su sonrisa, se levantó del sofá y dejo sobre la mesa el libro que se encontraba leyendo con tanto esmero, con pasos apresurados asomó su cabeza por la ventana elevando la mirada notó que destellos brillaban en esa manta oscura y despejada sin nubes, colores serpenteaban su visión. Unos amantes desviaron su atención para observar el delicado roce de sus labios tibios y húmedos que se dejaban llevar por aquella fiesta nocturna que quedaba como mágico escenario testigo de su amor. Con la sonrisa de nuevo en su rostro se integró en las luces excitadas volando en el cielo mientras su piel era mimada por el suave viento.

Observando minuciosamente cada detalle quedó en su memoria un bello recuerdo y cerró las ventanas. Apagó las luces y fue a su habitación, las sabanas de seda le dejaron descansar y recordó el sueño aquel que su amiga le había contado esa mañana en el desayuno, tras varios intentos no obtuvo hacerlo suyo, inconsciente liberado y al fin creo la atmósfera, su atmósfera, un prado alumbrado por velas, una orquesta natural, una platica alentadora que brindaba una señal iluminando el preámbulo pasional. Al acercarse con cuidado para tomar la posición correcta, la luz se extinguió y le mostró que sólo podía ser sólo una espectadora.

No hay comentarios: