sábado, 7 de agosto de 2010

CLAROSCURO

Cuando los matices se tiñen en bicolor es imposible regresar.

Siempre supo que su alma no importaba mientras la cara estuviera en el lugar correcto a la hora indicada, pero la idea tenía que salir para que el interior pudiera avanzar.

El pequeño se embriagó de dudas, no había modo de detener su curiosidad por probar sabores ocultos y emociones exactas… esto se trataba de precisión y las respuestas fueron gratificantes. En su rostro nacían verdades, mientras las grietas del ayer ahuyentaban hostilidades de nubes queriendo ser ciegas.

Ese día el resto presenció nuevos días de primavera, la ilusión estalló en realidad sin cuidado costumbrista envenenado. Al levantar la mirada serena, notó como en el lienzo se trazaban existencias bipolares, difusas por su propia confusión en cada pincelada.

Y ahí, parado a mitad de su nada, con el placer encontrado, supo que cuando los matices se tiñen en bicolor, él no será quien condene su cambio, simplemente será imposible regresar.

No hay comentarios: