HOJAS SECAS

Confusiones, cuantas veces dijimos tenerlas, cuantas fingimos esconder en un alma ávida de pasión.

Tu partida dejó un camino estrecho y oscuro que no quería conocer, ese día cada recuerdo recorrió mi piel y cada palabra mi memoria, por un tiempo la angustia formó parte del sabor de mis labios, unos labios que juraron no probar más.

Tus palabras fueron cortas y firmes, me advirtieron que jamás volverías a ser mío pero el escalofrío que recorría mi cuerpo puso un grillete en mi alma atado a ti.

Y entonces el camino estrecho y oscuro se dibujó delante de mí, siempre supe que el día llegaría, lo que no contemplé fue el dolor que mi cuerpo sentiría al dejar de recibir la esplendida cascada de transgresiones pasionales de las que el camino fue testigo desde aquel día en que te conocí.

No descifraré más pistas de los misterios que estuviste lleno, sólo dejaré partir este sentimiento que poco a poco es intermitente y las pausas son más largas cada día.

Hoy me miré al espejo y el reflejo solo me mostró recuerdos precisos sin sentimientos, el camino fue noble en mi andar, se mostró claro, los nubarrones tomaron mis heridas y las sanaron, el aire dejó de ser espeso así como dejó de serlo tu ausencia en mi piel. Mirando las hojas caer sobre dos amantes soy testigo de una ruptura anunciada pero hoy el roce de las hojas en mí… simboliza un cambio de piel.